Espina

Pasa el tiempo, avanzas pero sigues igual.

Ha pasado un tiempo considerable desde que te dejó. Te has preocupado en avanzar, en ser mejor. Le das caña al gimnasio y te aseguras estar reventado para no pensar por las noches y caer redondo en la cama. Al menos, intentarlo. Te has esforzado en mejorar tus habilidades sociales y en salir de tu zona de confort, y la verdad es que no te ha ido mal.

Sigues con la espina ahí, te sigue encantando y por más que avances sabes que ella era tu lugar, tu hogar. Tienes de todo, realmente no necesitas nada más, porque te tienes a ti mismo, pero ahora buscas algo más, solo a ella y la atención que tenía antes por ti.

Te preguntas que cómo le irá a ella. Sabes que es una persona simpática, agradable y extrovertida. Con lo cual sabes que no te está echando de menos y tiene a alguien mejor que tú detrás. Te da miedo escribirle porque sabes que es ella la que decidió sacarte de su vida y lo que le cuentes le es indiferente. Eres agua pasada, una etapa que ya ella cerró.

En tu cabeza te montas tus películas. Sabes que fuiste lo que ella valoraba, real y sincero. Crees estar seguro de que algún día valorará cómo eras, se acordará de que contigo no estaba tan mal y volverá. Al fin y al cabo estuvisteis mucho y las cosas que tiene para agarrarse son más buenas que malas.

Tus amigos empiezan a cansarse de ti, te hacen ver que es una tía más. Miras su Instagram, las fotos de los viajes y te das cuenta de que es una mujer que se sale de la norma. No es una tía más. Pero no te merece la pena gastar pensamientos en alguien que te sacó de su vida con mucha frialdad, tú vales más, no sabes porqué te ha marcado tanto.

Aún así te pesan más las virtudes que tenía, su don de trabajar, su alegría, su constancia... Te generaba muchas cosas buenas y te hacía estar en una nube. No te explicas porqué pasó y te culpas de no haber sido mejor cuando estabas con ella.

A lo mejor esto que te ha pasado tenía que suceder sí o sí. Ahora eres una persona más completa que valora otras cosas, pero la espinita está ahí, la sigues echando de menos.