viernes, junio 29, 2012

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Tengo el alma hecha trizas cual mezquita es esta guerra, el corazón dicta que siga la mente siempre me frena. Mirando en la ventana se que nada va a llegarme, debo mirar al frente, inspirarme...
Yo no quiero ningún hombro oigo voces que me gritan, las lágrimas se tiran de mis ojos como suicidas. Sé que harías lo posible por llorar, sé que duele recordar que no te debo recordar va...
Así cuento las noches con derroche, con enfoque, tú estabas de fiesta yo en un mar de sin razones. Juré bajo mi ser que no iba a recaer, hoy me encierro entre paredes pá poderme proteger...
Lo mismo de siempre, ella sigue con su vida, seguramente esté con él y yo abrazado a la bebida. Son heridas, más heridas, cicatrices que no cierran, evito ser yo mismo refugiarme como pueda.
Que difícil se me hace explicar esto que siento, que difícil se me hace enfriar todo este infierno...
Pido mucho y a veces tartamudeo, me tapo con las sábanas con sabor a tu recuerdo. Puedes llamarme tonto, sé que no valgo que lo pases muy bien esta noche yo no salgo...