viernes, octubre 08, 2010

Pasar página

Reconocer tus sentimientos, llorar por lo que pierdes, "apretar los puños", e ilusionarte con lo que te queda por vivir, son las claves para que puedas "pasar página".


Cualquier persona capaz de leer estas líneas, tiene ya, o al menos eso se supone, la experiencia de haber "pasado página" en algún capítulo de la vida.


¿Te acuerdas cuando soñabas con ser súperman, y vencer a los malos, o quizás con ser el descubridor de la solución definitiva del cáncer, y con ello recibir los máximos honores de la ciencia, o tal vez con ser más guapa y atractiva que Sisi emperatriz, y provocar la admiración de los hombres más apuestos?


Pero con mayor o menor conciencia de ello, todos hemos abandonado estas maravillosas fantasías, propias de la niñez, y nos adentramos a partir de cierto momento, más bien indefinido, en el mundo tormentoso, pero también apasionante de la adolescencia.




Decir ¡adiós!, de corazón, sin reservas, a una etapa de nuestra vida, a un determinado tipo de relación, a una situación vivida, y lanzarnos de lleno a vivir la siguiente etapa, la próxima relación, la nueva situación, y hacerlo sin reservas, sin excesivas añoranzas, y sin ningún deseo oculto de permanecer en el pasado; a esto le llamamos "PASAR PÁGINA".


Y la necesidad de hacerlo, llega, inevitablemente, queramos o no.




Y con el cambio de edad, llegan los cambios en la relación con la familia que nos ha dado la vida, las despedidas de los compañeros de clase,  las pérdidas de amigos, los cambios de pareja, los problemas de salud y un largo etcétera.




La necesidad de saber pasar página nos incumbe a todos.

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