- Dijiste que me querías. ¿Era mentira?
El naufragio en mis ojos fue peor que el del Titanic.
+ No, claro, pero...
- Lo dijiste.
Después de una larga pausa repetí lo mismo:
- Lo siento.
Lo sentía. ¿Qué sentía? ¿Haberle dicho que la amaba? ¿Haber empleado tantos días para conquistarla, convencerla, enamorarla? ¿Que me dejara inesperadamente justo cuando yo creía que había superado las primeras barreras del amor? ¿Arrastrarme a toda aquella locura de la que ahora no sabía como escapar?
La persona a quién había confiado todos mis sueños, mis esperanzas, mi propia vida, de pronto me decía que todo había terminado.
Y yo que lo sentía.
Y que adiós.
EDITED BY ME FROM: haghne
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