Un meteoro de 100.000 toneladas causó una colosal explosión sobre la Antártida hace miles de años.
Una gigantesca roca espacial, probablemente un meteoro, de 100.000 toneladas de peso explotó en el cielo de la Antártida hace casi 500.000 años. El estallido fue tan potente que los escombros se esparcieron a 2.900 kilómetros de distancia y posiblemente arrasaron una gran área, como ocurrió en 1908 en el evento Tunguska, cuando la explosión de un cometa destruyó un gran bosque en Siberia. Un equipo de científicos ha podido conocer esta violenta escena del pasado tras analizar bloques de hielo y granito antárticos.
Los investigadores de la Universidad italiana de Siena y del Imperial College de Londres examinaron la composición de muestras de hielo de la Antártida y del granito de las montañas Transantárticas, separados por 2.900 kilómetros de distancia. Durante los análisis, encontraron tanto en el hielo como en la roca pequeñas partículas de meteorito llamadas esférulas y una capa de polvo extraterrestre de hace 481.000 años. La textura y composición de los restos son muy parecidos, por los que los científicos creen que todos los escombros provienen del mismo evento.
Como los lugares donde fueron recogidos los desechos cósmicos están tan separados entre sí, los expertos creen que llegaron como una «lluvia» tras una explosión aérea. «Es difícil difundir una material similar en una área tan grande con cualquier otro mecanismo», ha explicado Phil Bland, coautor del estudio, durante la Conferencia de Ciencias Planetarias en Texas (EE.UU.).
Una gigantesca roca espacial, probablemente un meteoro, de 100.000 toneladas de peso explotó en el cielo de la Antártida hace casi 500.000 años. El estallido fue tan potente que los escombros se esparcieron a 2.900 kilómetros de distancia y posiblemente arrasaron una gran área, como ocurrió en 1908 en el evento Tunguska, cuando la explosión de un cometa destruyó un gran bosque en Siberia. Un equipo de científicos ha podido conocer esta violenta escena del pasado tras analizar bloques de hielo y granito antárticos.
Los investigadores de la Universidad italiana de Siena y del Imperial College de Londres examinaron la composición de muestras de hielo de la Antártida y del granito de las montañas Transantárticas, separados por 2.900 kilómetros de distancia. Durante los análisis, encontraron tanto en el hielo como en la roca pequeñas partículas de meteorito llamadas esférulas y una capa de polvo extraterrestre de hace 481.000 años. La textura y composición de los restos son muy parecidos, por los que los científicos creen que todos los escombros provienen del mismo evento.
Como los lugares donde fueron recogidos los desechos cósmicos están tan separados entre sí, los expertos creen que llegaron como una «lluvia» tras una explosión aérea. «Es difícil difundir una material similar en una área tan grande con cualquier otro mecanismo», ha explicado Phil Bland, coautor del estudio, durante la Conferencia de Ciencias Planetarias en Texas (EE.UU.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario